Traer a María a nuestra vida no es tan fácil como, simplemente, decorar el recibidor del colegio, pero lo externo ayuda, significa, implica, explica, despierta intuiciones.
Decorar el hall de la vida de uno mismo con una imagen de María, ponerla a ella en el centro por unos días -apenas por un mes- para que ella nos descentre y nos señale a su hijo... no es mala opción
Decorar el hall de la vida de uno mismo con una imagen de María, ponerla a ella en el centro por unos días -apenas por un mes- para que ella nos descentre y nos señale a su hijo... no es mala opción
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